jueves, 25 de febrero de 2021

Mi opinión sobre lo que pasa con Zulay Rodríguez

 

A quien pueda interesar.

 

Soy un ciudadano de nacionalidad venezolana que llegó a Panamá ya hace 6 años. Escapaba en ese entonces de la tiranía que mantiene aún hoy ahorcada a mi tierra natal. Para aquel entonces ya había comenzado a haber tensiones entre los venezolanos y los panameños, sin embargo, eso a mi no me afecto porque desde que llegué evite imponer mi cultura y entender más la nacional, así como ignorar las cosas que de acá pudieran no gustarme.

                Hoy en día tengo una novia panameña con la que llevo una relación estable y por cómo vamos sé que formaremos una familia formalmente, aunque en el hecho ya lo somos. Nunca he sentido que se me haya hecho un ataque xenofóbico de manera directa, pero si tuve un incidente en alguna ocasión con una chica que conocía por una de las plataformas o apps que usé en algún momento, decidí no prestarle atención a su mención de mi nacionalidad, porque no tenía demasiado sentido.

Ahora bien, no tengo porque ser el objeto de un ataque para sentirme en un ambiente demás viciado en los últimos tiempos por la conducta que impulsa una persona que ostenta un cargo público, la cual en vez de usar este para tratar y resolver los casos de corrupción que afectan este país, nuestro hogar, se encarga de hablar de reformas migratorias, en medio de una pandemia que daña todos los días más negocios y a más familias que pierden sus trabajos.

El control migratorio hacia los venezolanos existe ya desde hace tiempo, desde hace 4 años aproximadamente, a diferencia de otros países como Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y hasta Chile, los venezolanos no podemos llegar a Panamá sino por avión, lo que significa que no es como al parecer lo cree la diputada un país tan accesible. Me gustaría que se pensará también en lo que cuesta un boleto de avión entre Ciudad de Panamá y cualquier ciudad en Venezuela, son precios que muchos venezolanos no pueden costear, además para poder llegar al Istmo se necesita una visa, la cual no todos puede tener.

Yo en mi caso particular, siento que la señora Zulay Rodríguez hace uso de la tribuna y su curul en la Asamblea Nacional como un sitio en el que ella puede incitar al odio y adherir más partidarios a sus filas y no como una contribución a su país. Llamándonos venecos en las redes sociales, cuando se sabe que el uso de este adjetivo es peyorativo para la diaspora venezolana. Haciendo acusaciones contra personas que si de verdad no le importarán no las mencionaría y menos aún usaría los argumentos de los regímenes de Maduro y Chávez para inculparles. Esto último se vuelve tan absurdo como que algún exiliado inculpado por las dictaduras que vivió Panamá se le viera como culpable cuando en realidad es parte de la persecución política del Estado dictatorial.

Una de las declaraciones más curiosas es cuando la diputada dice que acá en Panamá las cosas serán como en los E.E.U.U., lo cual me genera muchas preguntas, porque si ella quiere llevar este pequeño país a esas ligas, debería por comenzar a entender que en Estados unidos no hay limitaciones a muchas de las profesiones, cosa que, si pasa en Panamá, y con esto no quiero decir que eso tenga que cambiar, cada país es autónomo, pero comenzar a hacer comparaciones la deja a ella mal parada. En el país del norte hay ahora leyes que ayudan a los migrantes venezolanos a obtener “green cards” por 18 meses, ¿eso es lo que quería decir la diputada? Se queja y habla mal de las regularizaciones migratorias, pero el recién juramentado presidente de los Estados Unidos, John Biden, regularizara a cientos de miles de indocumentados, ¿eso también lo va a copiar? O, ¿es que, en el discurso lleno de odio y vacío de contenido real, no se abordaron estas preguntas, simplemente se vocearon delante de las cámaras y los compañeros diputados para conseguir aplausos y bitores? Podríamos seguir con las preguntas y comparaciones, pero invito a quienes me leen a que las hagan y las discutan y se las hagan llegar a la diputada.

Considero que la diputada Rodríguez Lu debería concentrar sus esfuerzos en llevar a cabo reformas en las leyes que ayuden a las familias a comprar una casa y no pagar los precios de usura que buscan comprar las inmobiliarias, a hacer de contralora del estado que ha despilfarrado el dinero en contratos de limpieza de la asamblea, mascarillas, ventiladores, semáforos, entre otros. Los temas que nos apremian en este país son varios, pero culpar al otro es mucho más fácil, si tanto le preocupa la competencia desleal porque no se le hace auditoría a los dueños de negocios que no contratan a panameños porque les sale más caro o porque son unos tacaños que quieren siempre ganar más. Claro, siempre es más fácil culpar a quienes por necesidad y desconocimiento toman trabajos mal pagados.

Creo que la Sra. Rodríguez debería ver la cantidad de extranjeros que han dejado el país, y no solo venezolanos que se han ido, sino de otras nacionalidades, el volumen ha disminuido y esto se debe a la afectación económica que ya afecta al país y que la pandemia ha agravado. Yo como venezolano he visto como amigos míos se han ido de acá a otros países, mi novia como panameña tiene amigos que se han ido a otras latitudes por múltiples razones que conciernen al estado actual del país.

Yo tengo la dicha de trabajar rodeado de panameños, personas que aprecio porque en mi equipo de trabajo lo dan todo para que las cosas que nos apremian salgan a flote, no me tratan como de afuera, como el extranjero, tampoco me llaman el chamo, soy uno más, y así es como quisiera que fuera para todos mis compatriotas que han visto en este país un sitio para vivir. A pesar de mi situación privilegiada me incomoda sobre manera la forma en que es tratada mi comunidad y todos los que con nuestro trabajo ayudamos a que Panamá no se quede parado. Yo soy de los que aportó, cuando llegué acá di clases de inglés a panameños, de español a extranjeros para que se integrarán en esta sociedad y de alemán a panameños con parejas alemanas, panameños con ganas de ir a tierras teutonas a estudiar y luego regresar a hacer patria.

Yo contribuyo, construyo, yo como salchichas guisadas y arepas, yo no me enfrasco en un discurso que hace lo posible por vernos como nosotros y los otros porque eso ya lo viví porque eso solo personas siniestras lo hacen para llevar a cabo sus planes. La historia está plagada de ejemplos, sean ustedes quienes los busquen yo los tengo claro.

¿Y ustedes, que opinan?

sábado, 22 de febrero de 2014

Heinz Dieterich con Fernando del Rincon

Faranduleo

Yo no expresare respeto alguno por toda esa gente que he visto en cada protesta, marcha, concentración a la que ha asistido para reclamar un derecho, un mal estado de las cosas o cualquier otro RECLAMO que tenga a bien hacer, si van a tomarse selfies para su Instragarm, Twitter o Facebook. Reitero lo que dije hace unos días por mi cuenta de Twitter, “este país es un chiste”. Esta vez lo expreso en una situación distinta, lo hago criticando la conducta de un pueblo que ciertamente tiene razones de peso para protestar, pero que cuando llega la hora de hacerlo solo está pendiente de la superficialidad que representa mostrarle a sus amigos a través de la redes sociales que ellos sí participan en la protesta.
Yo me pregunto ¿cómo se pretende que un gobierno los tome en serio, si ellos mismos con su conducta no se toman en serio su reclamo? Yo como venezolano y como estudiante universitario puedo y debo entender todo lo que nos hace ser como somos, pero no puedo entender que lo carnavalicemos todos a los extremos. Siempre que veo una protesta en Francia, España o incluso Chile y Brasil me doy cuenta de que ellos no están jugando, no están pendientes de las superficialidades en las que vivimos nosotros como pueblo. Los franceses van y toman las calles hasta que el gobierno no tiene más alternativa que escuchar y ceder a sus reclamos, los españoles hacen algo similar, pero se desmovilizan cuando les dan 10% más, los chilenos queman las calles para exigir sus derechos como estudiantes y universidades públicas, y los brasileños salen porque se les aumentó el pasaje (además de otras cosas). Nosotros con problemas más serios, más apremiantes vamos a poner música, a bailar, llevar pelucas y enseñar nuestras mejores pintas cuando en realidad deberíamos salir molestos, muy molestos por la inseguridad que mata a venezolanos todos los días; por la delincuencia que no respeta lo que hacemos u obtenemos con el sudor de nuestras frentes; por la falta de insumos en los hospitales para mejorar la atención; por la escasez de productos básicos como el harina de maíz, el jabón de baño, el desodorante, el aceite, la leche, entre otros productos.
Yo quisiera que dejáramos de lado la mentalidad del FARANDULEO, no podemos salir a reclamar algo cuando nos comportamos como bufones mientras lo hacemos, yo en lo particular no me siento feliz por la situación que vive el país, no me gustan las medidas que toma el gobierno, además me parece que Chávez al igual que Maduro perdieron oportunidades maravillosas para mejorar el país y luego hacer retórica. Pienso que no solo a ellos se les puede atribuir lo que vivimos actualmente, nosotros debemos asumir la responsabilidad de lo que ahora pasa en Venezuela, si como pueblo hubiéramos salido en el momento en que las políticas comenzaban a dañarnos y lo hubiéramos hecho de manera seria, sin ponernos pelucas, sin bailar samba, sino más bien hubiéramos aprovechado la oportunidad para mostrar nuestras molestias con nuestros rostros de ARRECHERA, sin ser violentos, y hubiéramos exigido respuestas inmediatas, la historia sería otra, pero no lo hicimos, no tuvimos “líderes” opositores serios y no hemos sabido dejar a un lado la figura del líder, del caudillo salvador que vendrá a sanar ésta, nuestra patria.

sábado, 4 de enero de 2014

miércoles, 1 de enero de 2014

2014

Espero que este año sea un año mucho más productivo y que el tiempo me alcance para no solo retomar mi blog y escribir de las millones de cosas que pasan por mi cabeza. Que me de chance de salir un rato fuera del país. Espero que este año a través de este pequeño espacio pueda brindarle a mis muchos o pocos lectores la oportunidad de saber lo que pienso y como veo las cosas además de contribuir con el crecimiento de uds y el mio propio. Espero manejar mejor el sarcasmo y la ironía a la hora de escribir y que las cosas salgan bien a pesar de que no ocurran como uno quiere o las planea.

Ángel Said.